Costura a domicilio

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© Eduardo Frias Etayo

viernes, 20 de junio de 2008

Homenaje a El Plátano

Recién me he enterado por el blog del Imparcial Digital, del amigo Eufrates del Valle del fallecimiento en La Habana de El Plátano, y a modo de pequeño homenaje pongo acá la última entrevista que hice durante mi estancia en Somos Jóvenes, y que fue precisamente a él.

A CÁSCARA QUITADA

Si digo que caminé, y conocí muchos secretos de la Quinta de los Molinos, la que él considera su otra casa, con Luis Hernández Álvarez, sería para casi todos los habitantes de la Habana algo intrascendente. Claro, si digo que Luis es quien todos conocen por El Plátano la cosa cambia.

Todo el que ha ido a un concierto de trova en la capital ha visto a un tipo flaco con un bolso cruzado al pecho y una cámara fotográfica en mano, moviéndose por el escenario buscando planos en los que quedará el artista para la inmortalidad. Otros lo conocieron por aquel tema de Carlos Varela a fines de los ´80. Quienes lo han conocido no lo han olvidado. Él sigue tras su Zenit capturando instantes.

¿Por qué El Plátano?
No sé, hace tantos años. El apodo data de la década de los ´60. Pasó tanto tiempo que olvidé el por qué.

¿Cómo llegaste a la fotografía?
Estudié hasta 6to. Grado. Lo demás lo hice por mi cuenta. Quería ser fotógrafo y me dedique a ello. Compré una cámara Smena 8, que costó 25 pesos y salí por el barrio a preguntarle a los que sabían de fotografía. Las opiniones eran contradictorias y me dije que esos tampoco sabían nada. Fui entonces a la Biblioteca Nacional y comencé a leer libros sobre el tema. Los libros decían que fuera estudiando según pudiera practicar. Poco a poco me metí en los laboratorios, y así paso a paso. Los pasos fueron un poco grandes. Me adentré en la cosa y al poco tiempo estaba revelando en mi casa.

¿Por qué escogiste a los trovadores como blanco de tus fotos?
Yo empecé en el año 66 tirándole fotos a las carreras de motos. Allí aprendí a perder el miedo, quizá por lo peligroso. Siempre me sentí relegado a la "tonga" y de pronto, allá por el 78 o 79, entré en contacto con los muchachos de la Nueva Trova. Allí la cosa era, y es, muy distinta. Me desvinculé entonces de las motos y dediqué todo mi tiempo a los trovadores. Entre los trovadores todo es como hermanos. No hay nada de uno, las cosas se comparten.

¿Encuentras alguna diferencia entre la Nueva Trova de los 70 y 80 con la de la actualidad?
Ahora hay cazadores de talentos que convierten a cualquier joven con condiciones en un profesional de la noche a la mañana, pero no hay ninguna diferencia. Para mi siguen siendo lo mismo.

¿La Madriguera?*
Es mi otra casa. En un tiempo trabajé aquí de custodio. La Peña de Charly Salgado me trajo de nuevo al mundo de la trova en este sitio. Comencé a ver la peña desde la cerca y terminé arriba del escenario. Yo soy ecologista, el último ciclón casi derribó un árbol del patio. El tronco quedó recostado a otro y por el peligro las actividades se estaban suspendiendo. Era necesario cortarlo, entonces me dije: Bueno si no queda otra solución córtenlo y les propuse que el tronco fuera serrado en pedazos que sirvieran para bancos. Son los que se están utilizando ahora en el escenario y en el patio para las actividades.

¿Otro hobbie?
Siempre me han encantado los perros. Ya no tengo. Tuve que regalarlos porque se me puso difícil el problema de conseguirles la comida (eran doberman). Ahora le dedico mis experiencias a los dueños de otros perros.

Muchos te conocen por la canción de Carlos Varela En Blanco y Negro ¿qué le parece esta al Plátano?
Me gustó. Creó que describe bien al Plátano. Se usó además como tema de mi exposición fotográfica.

¿A quienes le guarda agradecimiento El Plátano?
En un A Guitarra Limpia, en el Centro Pablo de la Torriente Brau, Víctor Casaus y María Santucho me regalaron la cámara Zenit que uso y después de eso me han conseguido rollos. Además de que siempre se han preocupado por mí. La gente de la SGAE, en especial Darci, su directora, que me dieron el espacio para montar mi exposición. ¡Ah! el Guille Vilar que me hizo salir las lágrimas dedicándome el último A Capella del año 2001.

¿A quienes no les agradeces nada?
No le agradezco nada a los conformistas, a los que no cogen lucha. A los que se pasaron su juventud luchando por algo y al llegar a viejos desde detrás de una posición luchan por algo completamente opuesto. Todavía me siento miembro de la Asociación Hermanos Saíz y sigo luchando junto a los jóvenes creadores.
Me siento preocupado por el futuro de las fotos que estoy tirando. No sé como se van a imprimir o a exponer. Uno quiere ver su obra y que los demás la vean también.

Con la cámara y su bolso viejo, en el que, como dice Carlos, lleva la historia de cada función, sigue El Plátano desandando los caminos de la Nueva Trova. Guardando recuerdos que ojalá algún día podamos compartir.


* La Madriguera es la sede de la Asociación Hermanos Saíz en Ciudad de la Habana

3 comentarios:

Eufrates del Valle dijo...

Eudardo, muy buena la entreviste que le hiciste a El Platano. Lo veia desde que yo era adolescente, por la playita de 16, por el cubanaleco, por donde quiera, y con el tiempo, ya en los menesteres periodisticos, a veces me gritaban desde un andamio y cuando miraba para arriba, era el platano que pintaba edificios, y me gritaba: "la conferencia de prensa la cambiaron para tal lugar..." Lo vi en todas esas epocas que el te cuenta, hasta finales de los ochenta, pero viviendo en miami alguien llevo el video de carlos varela y oi la cancion. Fue asi todo. Que bueno que le hayas hecho esta entrevistas. Me alegra mucho. Manana sabado le pongo link en El Imparcial para que la gente que pasa por alla la lea. Gracias!!!!

Anónimo dijo...

Etayo.

Yo me quedo con estas pàlabras:
__No le agradezco nada a los conformistas, a los que no cogen lucha. A los que se pasaron su juventud luchando por algo y al llegar a viejos desde detrás de una posición luchan por algo completamente opuesto__.
Gracias por creer que merezco tener estas noticias.
Gracias por hacer que me cultive,aunque si no soy una rosa blanca.
Saludos.
La Nicolaza.

Alexis Romay dijo...

Eduardo:

Di con el Plátano en infinidad de ocasiones en los lugares que mencionas (y los que añade Eufrates). También lo vi en la Casa del Joven Creador, a mediados y finales de los noventa. En paz descanse.

Buena entrevista. Gracias.

Un abrazo,
B.